domingo, 5 de febrero de 2012

Publicación de bienes raíces en EEUU mira al mercado cubano

Publicación de bienes raíces en EEUU mira al mercado cubano
Publicado el Martes, 10 Enero 2012 02:27
Por Café Fuerte   

Una influyente promotora del negocio inmobilitario en Estados Unidos visitó recientemente Cuba, interesada por conocer el panorama del mercado de bienes raíces en la isla tras los cambios implementados por el gobierno de Raúl Castro.

Wendy Cole, editora de la revista REALTOR, viajó a La Habana como parte de una excursión autorizada bajo la política de contactos culturales y educativos que promueve la administación de Barack Obama. La publicación es el órgano de la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces (NAR) y ostenta el liderazgo informativo en el mercado inmobiliario de Estados Unidos.

La mirada de Cole al universo inmobiliario cubano pudiera resultar polémica, pero es el resultado de una aproximación interesada en descubrir las interioridades de un mercado de bienes raíces que ha vivido paralizado -o simplemente adulterado en un mar de transacciones ilegales- durante cinco décadas.

CaféFuerte publica a continuación el artículo de Cole, agradeciéndole su cortesía al permitirnos reproducirlo en nuestro sitio.

CUBA: NACIMIENTO DE UN MERCADO INMOBILIARIO

Por Wendy Cole

Acabo de regresar de Cuba, después de pasar 10 días. Fue un viaje personal que me dio una visión fascinante de uno de los mayores enigmas del país: cómo equilibrar el deseo de la gente de mayor libertad económica, sin comprometer los principios socialistas profundamente arraigados.

Mi visita, como parte de un grupo, fue posible gracias una licencia bajo el programa de contactos "pueblo a pueblo", que reinició el otoño pasado el gobierno de Obama. (Esas visitas a la isla-nación han sido diseñadas para fomentar el intercambio cultural entre ciudadanos estadounidenses y cubanos. Se iniciaron durante los años de Clinton y fueron suspendidas cuando Bush estaba en la Casa Blanca.)

Estaba intrigada sobre todo en ver cómo se estaba poniendo en práctica la nueva ley de propiedad de Cuba, que permite a los ciudadanos y residentes permanentes comprar y vender bienes raíces. Anunciada con bombos y platillos en noviembre, esta reforma orientada al mercado es un importante cambio tras medio siglo de políticas socialistas y controles estatales respecto a la vivienda.

Hay algo que resulta evidente dondequiera que vayas en el país (y viajamos a cinco ciudades): el inventario de viviendas está envejecido y en mal estado. El embargo comercial de Estados Unidos por 50 años y la pérdida de la red de seguridad soviética en 1991 significa que los cubanos deben resolver con lo que tienen o lo que pueden crear, a pesar de las contribuciones de los pocos países con los que mantienen vínculos económicos. (Hay mucha necesidad de bombillas y planchas de plywood, por ejemplo). Aun así, la belleza de arquitectura neogótica y colonial se nota en muchos lugares, junto con la pintura descascarada y muros derruidos.

Una anfitriona bien informada

Nuestra guía agradable y bien informada, Mirelys González, es propietaria de una casa típica cubana. Vive con su esposo y su hija de cinco años en un apartamento de dos dormitorios, construido en la parte superior de la casa en la que creció en La Habana.

La escasez extrema de viviendas implica que los arreglos multigeneracionales de vivienda sean bastante comunes. También significa que las parejas que se divorcian son más propensas a erigir un muro dentro de la casa que han compartido y a continuar ocupando la propiedad mucho tiempo después de roto el matrimonio. La razón es que nadie puede estar seguro de encontrar un nuevo lugar asequible para vivir.

La decisión de González de "construir arriba" es una solución común para familias en crecimiento. Supervisó personalmente los contratistas que empleó. Les hizo repetir tres veces las escaleras porque eran demasiado largas o demasiado cortas, en su criterio. Pero ella admite que no es experta en remodelación. Cuando se le preguntó por los procedimientos de autorización del gobierno, arrugó la nariz en señal confusión.

El gobierno, explicó ella, siempre ha dejado que la gente asuma sola los proyectos de expansión de sus casas. Las preocupaciones de seguridad recaen en los personas involucradas. Es interesante escuchar lo que el Estado considera que es de su incumbencia y lo que no.

Precios por las nubes

Los cubanos que aprovechan su nuevo derecho a vender o comprar una casa deben pagar en efectivo. El concepto de hipotecas no ha llegado todavía, lo que sin duda limita la cantidad actual de compradores. Las casas cuestan entre $ 10,000 y $50,000, sumas que están fuera del alcance de la mayoría de las familias. Sin embargo, los préstamos bancarios para la reparación o ampliación, disponibles por primera vez, deberán lograr algunas mejoras notables en el parque de viviendas.

No vi nada parecido a un corredor de bienes raíces durante nuestros viajes, pero había una serie de letreros señalando las casas que estaban disponibles "para la venta o permuta". La manera más común para saber quién vende en el barrio es de boca en boca. González explicó que algunas personas en la comunidad son designadas como "corredores" para ayudar a poner en contacto a compradores y vendedores. Las tasas cobradas por servicios quedan entre ellos.

Si bien no esperamos ver una señal de Century 21 o globo de RE/MAX en La Habana a corto plazo, el viaje me ofreció una ventana al incipiente mercado de la vivienda a unas 100 millas de Miami. Ahora que a los cubanoamericanos se les permite viajes ilimitados para visitar a familiares y se pueden enviar remesas de dinero sin restricción, seguramente habrá un boom en el sector inmobiliario que, en la actualidad, no tiene otra alternativa que el crecimiento.

Traducción: CaféFuerte

http://cafefuerte.com/cuba/noticias-de-cuba/economia-y-negocios/1464-cuba-el-nacimiento-de-un-mercado-de-bienes-raices

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