martes, 1 de mayo de 2012

Culpa de los cuentrapropistas o del gobierno?

¿Culpa de los cuentrapropistas o del gobierno?
[01-05-2012]
Francisco Chaviano González
Activista Pro Derechos Humanos

(www.miscelaneasdecuba.net).- Jaimanitas, /Cambio-Debate/. El Semanario
Mayabeque publicó el viernes 13 un artículo de la periodista María
Regla Figueroa titulado: INCUMPLEN COMPROMISO CON EL PUEBLO, antecedido
del apotegma El trabajo por cuenta propia llegó para quedarse, pero
debe cumplirse según lo establecido. Como siempre, culpan a los
trabajadores particulares, aunque no se conoce que éstos hayan hecho
algún compromiso con el pueblo.

Regla Figueroa enfatiza que el Lineamiento 168 de la Política Económica
y Social del Partido y la Revolución dictamina: Ampliar el trabajo por
cuenta propia en el sector no estatal como una alternativa más de
empleo. Pero no menciona que en Cuba estas cosas se generan en sentido
contrario al resto del mundo: En lugar de establecer un período inicial
de impuestos mínimos y amplias facilidades de aprovisionamiento y
financiación, se comienza con impuestos draconianos y sin facilidades.

Los decretos leyes sobre el trabajo por cuenta propia publicados en la
Gaceta Oficial con los números 11,12 y 13 de octubre de 2010, se
concibieron con tanta maldad, que más que una alternativa de empleo,
constituyó una arremetida contra quienes en la economía subterránea o
informal (desde costureras, vendedores de durofrío y hasta los buzos que
registran los latones de basura) tratando a toda costa de sobrevivir,
tenían que empezar a pagar impuestos. La ley resultó tan severa y
absurda, que desde el mismo inicio de su aplicación comenzaron a hacerle
modificaciones.

La periodista mayabequense sitúa ese mismo mes de octubre de 2010 como
el inicio del proceso de ampliación y flexibilización de la referida
Ley, pero la imposibilidad de acceder a tiendas mayoristas compulsa a
los cuentapropistas a incursionar en la ilegalidad como medio recurrente
de sustentación, hasta el punto que algunos se han convertido en una
suerte de almacenes que venden a precios razonables a quien compra por
cantidad. En ellos se puede adquirir de todo, la generalidad son
productos malversados de la industria estatal, o confeccionados por
artesanos con materiales de dudosa procedencia.

Apareado a la flexibilización se han ido sumando medidas restrictivas
implementadas por la entidad de Planificación Física, como son: No se
puede vender en portales, ni en los jardines de las viviendas, tampoco
en calles importantes, los artículos tienen que ser de clara
procedencia tanto en su elaboración como por la composición de sus
materiales.

La aplicación de estas condiciones de venta, sería suficiente como para
retirar la generalidad de las licencias y con ello poner fin a la
actividad, pero este engendro punitivo no está diseñado para aplicarse
de forma vertical, sino ocasional y de manera selectiva. El marasmo
judicial hace que todos los cuentapropistas pendan de un hilo,
quedando en franca indefensión, basta con que una persona no sea del
agrado de las autoridades y sobrarían las violaciones en su contra. A
la vez constituye un caldo de cultivo idóneo para la corrupción de
inspectores y policías. De aquí se deriva que a pesar del carácter
emprendedor de los cubanos, más de la mitad de los que solicitan
licencias terminan renunciando a ella.

El cuentapropista invidente Pablo Díaz Amador, vecino de calle 6
Edificio # 55 Apto 11 entre 3ra y 5ta, Vedado, cuenta que hace unos días
fue multado con 200 pesos por situar su tarima en los bajos de su
edificio y vender productos no autorizados. El inspector le confesó que
lo habían mandado a "matar" directamente a él, en cambio otros
vendedores particulares cercanos a su punto de venta pasaron
inadvertidos. Pablo cree que la razón radica en sus vínculos familiares
con un disidente.

Es cierto que se ha incumplido un compromiso con el pueblo, pero no por
parte de los cuentapropistas, sino del gobierno, que prometió una
fuente de empleo próspero y luego los abrumó con una montaña de
obstáculos. La razón fundamental es sin dudas, la falta de voluntad
política para que prospere la propiedad privada.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=35869

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