jueves, 10 de mayo de 2012

La actualización de la miseria

La actualización de la miseria
Jueves, Mayo 10, 2012 | Por Lucas Garve

LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -Por encima del muro que divide
nuestros patios, el vecino me llama y me dice que sus hijos adolescentes
le reclaman porque no tienen nada que comer en su casa.

Se lamenta de los altos precios. Dice que no tiene dinero porque tuvo
que llevar al suegro al hospital y gastar en un carro de alquiler para
traer al anciano de regreso. Entonces, con qué va a comprar comida.
Prefirió llevarle cinco huevos que quedaban en el refrigerador a los
hijos, nacidos de su anterior matrimonio. Para ellos, les quedó una sopa
de cubitos de pollo con tomate y pan. Ya se arreglarían con eso.

Lo escuchado no me causó mayor sorpresa, aunque quien me lo dijera fuese
uno de los miembros más combativos del CDR. Pero es que las consignas y
las orientaciones no se comen.

El viernes entré en un puesto de ventas agrícolas, a comprar miel de
abejas. El producto estaba envasado en canecas de ron, de 350 ml. Pero
ahora costaba treinta pesos; y hace unos diez días me costó la mitad.
Mientras, la botella de ron llena de miel cuesta cincuenta pesos.

Pregunté la razón del aumento, y el vendedor, que me conoce porque en
otras ocasiones le he comprado miel, respondió que la miel de abejas
había subido de precio porque quien se la suministra la vende ahora más
cara.

Barbarita pasa a saludarme y me como regalo una barrita de maní molido.
Se lo agradezco porque además me gusta, pero no le digo que la barrita
de maní en realidad me sabe a gofio ligado con un poco de maní y azúcar.
Porque, en La Habana, es difícil ya encontrar una barrita de maní molido
que sea realmente hecha con maní.

A Pancho, el de la esquina, me lo encuentro en la Calzada de Managua, en
camino a la panadería, donde va a comprar sus dos panes diarios. El
zapato izquierdo deja ver los dedos del pie cubiertos por una gruesa
media gris. En jarana, le pregunto si está cogiendo fresco en los pies.
Me responde que sí, porque hace mucho calor y, con las aceras rotas,
para qué se va a poner el único par de zapatos que tiene sano. Entonces
inicia una descarga acerca del precio de los zapatos, pues, los más
baratos, dice, cuestan más de cien de pesos.

Camino unos metros y, junto a una carretilla con vegetales y ristras de
ajo, frijoles negros y colorados, envasados en bolsitas de náilon de una
libra, está el vendedor, un muchacho que se cubre del sol con un
sombrero y me responde que cada cabeza de ajo vale 2 pesos, a pesar de
ser pequeñas.

En la acera de enfrente observo un grupo de personas aglomeradas en la
antigua carnicería, donde ya solamente venden carne de puerco. Es que
hay picadillo condimentado (una masa rojiza y pastosa con trozos de
tendones). Los clientes se la llevan porque vale a 10 pesos la libra,
mientras que la libra de bistecs de cerdo cuesta 40 pesos. Así que la
diferencia de los precios decide.

Numerosos son los testimonios que escucho a diario, en boca de personas
desconocidas que necesitan comunicar a cualquiera su desesperación y
desencanto. Los máximos dirigentes los convencieron de que habría para
ellos un futuro promisorio bajo el socialismo tropical. Y ahora, a
medida que su extraño modelo económico recibe la "actualización", se dan
cuenta de que han sido engañados una y otra vez.

La denominada actualización del modelo económico cubano sólo está
sirviendo para acentuar la miseria de los habitantes de la isla.

http://www.cubanet.org/articulos/la-actualizacion-de-la-miseria/

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