La violencia en Cuba y su castigo benévolo por la ley

La violencia en Cuba y su castigo benévolo por la ley
Martes, 15 de Mayo de 2012 03:52
Escrito por Veizant Boloy González

Cuba actualidad, Boyeros, La Habana, (PD) El pasado 8 de abril, a las
10:30 a.m., en la zona 9 de Alamar, reparto ubicado al este de la
capital, un joven de dieciséis años agredió a machetazos a otro de
diecisiete. La suma de $ 15 moneda nacional (0.80 USD), fue el motivo de
la disputa. Alejandro, el joven herido, casi pierde su brazo izquierdo.
Será discapacitado para toda su vida.

Hace unos días, en la barriada de Los Sitios, al centro de La Habana,
Julio, un joven estudiante de tecnológico, resultó lesionado con un
punzón por un compañero de aula. Se conoció que ningún órgano vital
sufrió daños. Los que presenciaron el hecho alegan que "todo estaba
normal, y de pronto comenzó la discusión". La policía ha realizado
operativos en las áreas más propensas a la comisión de hechos de sangre.
Pero lo cierto es que, "a la hora de la verdad", no aparece ninguno.

Comportamientos reprochables en el escenario social actual quedan
impunes. Son diversos los castigos empleados en el seno de la familia
para contener conductas violentas. Pero, ¿qué sucede cuando se trata de
una sociedad violenta?

Según Idianelys Santillano, licenciada en Psicología, "el pensamiento de
la familia cubana antes de 1959 era rígido. Luego, la Revolución
humanizó todo, pero tal vez nos excedimos". La especialista, de una
forma sutil, para no meterse en problemas, dejó un mensaje subliminal en
su afirmación.

Desde el punto de vista legal, algunas conductas violentas son
reprimidas con un marco sancionador benévolo. Tal es el caso del
artículo 272. 1. del Código Penal: "El que cause lesiones corporales
graves o dañe gravemente la salud a otro, incurre en sanción de
privación de libertad de dos a cinco años. Entiéndase por lesiones
graves las que ponen en peligro inminente la vida de la víctima, o dejan
deformidad, incapacidad o cualquier secuela anatómica, fisiológica o
síquica."

Es decir, el agresor de Alejandro, vecino de Alamar, podría ser
sancionado con no más de cinco años de prisión, que pueden ser rebajados
por el Tribunal hasta en la mitad, a tenor de lo previsto en el artículo
17 del mismo cuerpo penal. En el supuesto de ser sancionado con dos años
y medio de prisión, en el establecimiento penitenciario también pudiera
ser beneficiado con la libertad condicional y cumplir poco más de un año
de prisión.

También queda la posibilidad de que nunca cumpla cárcel, si el Tribunal
considera que la sanción es susceptible de ser subsidiada, por un
trabajo correccional sin internamiento, más conocido por "del trabajo a
la casa". Quizá el agresor salde su deuda con la sociedad en no más de
dos años. Mientras, Alejandro pudiera quedar mutilado para toda su vida.
Quizás la indulgencia sea una de las razones por la que estos
comportamientos violentos han aumentado.

Para Cuba actualidad: veizant@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/la-consulta/4086-la-violencia-en-cuba-y-su-castigo-benevolo-por-la-ley.html