domingo, 27 de mayo de 2012

Lluvias apagan llama en monumento a veteranos de Bahía de Cochinos

Publicado el sábado, 05.26.12

Lluvias apagan llama en monumento a veteranos de Bahía de Cochinos
ALEJANDRO BOLIVAR
abolivar@MiamiHerald.com

El Día de Recordación está al doblar de la esquina, pero la llama eterna
del monumento a los caídos en Bahía de Cochinos no está encendida.

El veterano de la Bahía de Cochinos, Jorge Imfiesta Casals, de 82 años,
quedó estupefacto al enterarse de que la llama de la escultura estaba
apagada. Quedó con la boca abierta. El no podía recordar otro momento en
que la llama hubiera estado apagada.

Guillermina Hernández dijo que lleva tres semanas apagada, extinguida
por las recientes lluvias torrenciales. Hernández, de 72 años, trabaja
en Los Piñarenos Kitchen, al doblar de la esquina del monumento de la
Bahía de Cochinos en La Pequeña Habana. Su esposo peleó en esa batalla
antes de que ellos se conocieran.

"A mí me gusta mucho ese monumento, lo estoy protegiendo", dijo
Hernández, quien es oriunda de Pinar del Río. "Es una hermosa manera de
honrar a los caídos". Ella señaló que los vecinos llaman por lo general
al departamento de bomberos para que enciendan de nuevo la llama.

Nacido en La Habana, Imfiesta Casals trabaja en el museo de Bahía de
Cochinos a pocas cuadras del monumento. El lleva un sello en su camisa
con el escudo de la Brigada 2506, la cual se embarcó en una misión con
el entrenamiento del gobierno de EEUU para derrocar al gobierno de Fidel
Castro.

Unos 1,300 cubanos exiliados participaron en la invasión del 17 de abril
de 1961, y 104 de ellos murieron durante la operación. En la actualidad,
sus retratos adornan las paredes del museo, junto a los de sus hermanos
soldados que perecieron después.

"Yo tenía dos motivos para participar", dijo Imfiesta Casals. "Mi amor
por Cuba y por mi familia".

Establecido en una casa de un solo piso, el Museo de Bahía de Cochinos
tiene la bandera original que se usó en la operación, así como dos armas
que se emplearon en la misma. Todos los días, entre 10 y 15 visitantes
visitan el museo. Un vecino que llevaba viviendo dos años al cruzar de
la calle vino por primera vez.

"Ojalá fuera joven para poder pelear de nuevo", dijo Oscar Rodríguez, de
71 años, veterano de Bahía de Cochinos oriundo del pueblo de Martí en la
provincia de Matanzas. Lo mismo que Imfiesta Casals, Rodríguez tampoco
conocía el estado actual de la llama. Dijo que iba a llamar al
Departamento de Bomberos ese mismo día para que ellos se ocuparan de
encenderla.

"Cuba ya no existe, excepto en nombre", dijo Imfiesta Casals. Para él,
Fidel Castro — a quien Imfiesta Casals calificó de salvaje — cambió la
isla completamente. La batalla de Bahía de Cochinos fue su manera de
tratar de recuperar su patria.

Hernández elogió la valentia de los participantes del movimiento,
algunos de los cuales no tenían más de 16 años. Ella llamó a los
soldados el mejor grupo de cubanos que han dado sus vidas por Cuba.

Sentado en un banco en el parque Máximo Gómez, Felipe Cabrera dijo que
él explica lo que la llama significa para él cada vez que él trae a
turistas por la Calle Ocho y SW 13 Avenue. El monumento, explica el
chofer, originario de La Habana, conmemora a los mártires que murieron
por una Cuba libre.

Jesús Mezquisa, de 37 años, vecino de Hallandale Beach, y quien también
estaba relajándose en el parque, dijo que el monumento rinde tributo a
sus antepasados cubanos. "Es algo que nos representa a nosotros, los
hijos de cubanos".

http://www.elnuevoherald.com/2012/05/26/1213478/eternal-light-is-out-but-flame.html

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