miércoles, 16 de mayo de 2012

Observadores críticos?

¿Observadores críticos?

Me movía la curiosidad que despierta ver a un grupo de jóvenes
enarbolando consignas y posturas que hicieron época en las dos primeras
décadas del siglo XX.
Miriam Celaya
mayo 15, 2012

Mirian Celaya, en su blog Sin Evasión, ofrece un recuento pormenorizado
de las actividades de este fin de semana en La Habana en apoyo a los
indignados de que salieron hoy martes 15 a protestar en varias ciudades
de Occidente.

El pasado sábado 12 de mayo, a las 2 pm me dispuse a participar en un
mitin convocado por los animadores de la "Red Protagónica Observador
Crítico" desde su Web, cuyo objetivo declarado era apoyar a los
movimientos de indignados del mundo capitalista –se referían al
capitalismo foráneo, claro está– y que habría de celebrarse en el parque
de Belascoaín y Carlos III, a escasas tres cuadras de mi casa. Como en
nuestro propio país hay tantos motivos de indignación y también contamos
con un creciente número de desempleados que no acaban de decidir si
indignarse o abrir un chiringuito de frituras, pensé que quienes se
autodenominan protagonistas y creen defender los intereses del
proletariado tendrían algo bajo la manga. No me lo perdería por nada del
mundo, pensé.
Así, pues, decidí acercarme por allí a ver de qué iban esta vez los
socialistas "verdaderos" que en frecuentes ocasiones han sido críticos
con el gobierno desde su web y hasta tienen algunas propuestas más
reformadoras que las del General, al menos en teoría. Para ser honesta,
confieso a mis lectores que al dirigirme al parque también me movía la
curiosidad que despierta ver a un grupo de jóvenes enarbolando consignas
y posturas que hicieron época en las dos primeras décadas del siglo XX.
Para mí era algo así como visitar el parque jurásico de la ideología. Me
encanta acercarme a las antigüedades, que no por gusto fui arqueóloga.
Lamentablemente, no pude llegar siquiera. Resultó que a mitad del parque
me hicieron detener los compañeritos de la policía política y abortaron
mis buenísimas intenciones. Para mi extraordinaria suerte, mi amigo y
colega Eugenio Leal, que ya estaba en el lugar, acudió en mi apoyo al
verme en tan dudosa compañía, así que la Gestapo tropical decidió
incluirlo en el tour, de modo que no me aburrí en lo absoluto: nos
montaron a ambos en una patrulla y nos fletaron para las calles 42 y 35,
en el municipio Playa, donde nos informaron que allí terminaba nuestro
paseo. Seguramente ya habían gastado suficiente gasolina de la que les
asigna Chávez.
Aquí quiero hacer una acotación justiciera: nos condujo la policía
uniformada de azul, es decir, agentes del orden, no los de la Gestapo.
Fueron respetuosos. No nos esposaron, no nos registraron, ni siquiera
agarraron mi bolso. Eugenio y yo, durante el trayecto, fuimos comentando
entre nosotros algunos detalles de exposiciones y performances de la
Bienal que por estos días se desarrolla en La Habana, sin ser
interrumpidos por los silenciosos agentes. Al final nos devolvieron los
móviles sin siquiera mirarlos y nos hicieron bajar de la patrulla. Tanto
Eugenio como yo tuvimos la impresión que los policías nunca entendieron
por qué les habían ordenado alejarnos del acto. Nosotros tampoco.
Mientras, otros amigos sí pudieron asistir al acto, de manera que tengo
información de primera mano, nada menos que de un periodista de verdad:
Reinaldo Escobar, quien me narró los detalles. Así fueron las cosas: Los
cuatro gatos del Observatorio Crítico que estaban allí desplegaron un
cartel que decía "Abajo los capitalismos" (no especificaban si el
capitalismo de Estado instaurado en Cuba estaba incluido en ese pedido;
ellos son un poco más crípticos que críticos) y otro que rezaba "Si
piensas como burgués vivirás como un esclavo" (aquí comprendí que la
teocracia verdeolivo no es más que un atajo de esclavos y he sentido un
gran consuelo); leyeron una especie de comunicado y cantaron la
Internacional. Todo terminó en unos 15 minutos. No estoy bromeando señores.
Hoy lunes he entrado ante todo en su portal web y he conocido otros
detalles, como el apoyo que recibieron dizque del secretario del PCC
municipal. No tuve noticias por parte de algunos testigos sobre la
combinación de "alegría y coraje" que iban a mostar los animadores. En
todo caso, no se precisa de mucho coraje en Cuba si se cuenta con el
apoyo del PCC. También me sorprendió que algunos de ellos manifestaran
cierta incomodidad por la moderada expectativa que se creó en torno a su
acto; se supone que cuando se convoca desde una web la respuesta
esperada sea la asistencia. Las conspiraciones no son una modalidad
política que se anuncie. De eso se trata la Internet. Cuando se compra
cabeza no hay que cogerle miedo a los ojos. O quizás solo se trate de
miedo escénico.
Al final, creo que los saboteadores de la actividad –me refiero a la
combinación Gestapo-PNR– nos hicieron un gran favor a Eugenio y a mí. De
haber asistido a semejante recital creo que hubiese sentido la misma
impresión de anacronismo y vergüenza ajena que cuando en el mercado
Carlos III ponen a toda voz por los altoparlantes al dúo Pimpinela. En
lugar de sufrir semejante espectáculo, pude disfrutar de un par de
cervecitas frías en la compañía siempre grata de un buen y viejo amigo.
Debo reconocer también que esperaba más de los muchachos del
Observatorio. A veces he leído artículos verdaderamente interesantes y
valientes en su boletín, aunque no comparta sus simpatías políticas y su
añoranza marxista. Creo firmemente que todos debemos tener cabida en
nuestro país y tampoco un poco de folklore político le hace daño a
nadie. Sin embargo, en mi opinión deberían hacer una revisión de los
títulos con que se presentan: Red Protagónica Observatorio Crítico
resulta un poco pomposo, digo yo. Al menos, si juzgamos por el acto del
pasado sábado, no son exactamente una red, ni tampoco tan observadores,
ni tan críticos. Y si algo protagonizaron allí, fue su récord de escasa
convocatoria entre sus propios hermanos de causa. ¡Vamos muchachos, un
poco más de modestia… y de entusiasmo!

http://www.martinoticias.com/content/indignados_cuba_observatorio_critico/11196.html

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