jueves, 24 de mayo de 2012

Por qué no funciona el Gobierno cubano?

Economía, Cambios

¿Por qué no funciona el Gobierno cubano?

Ni la "actualización" ni las promesas resuelven los problemas

Eugenio Yáñez, Miami | 24/05/2012 9:06 am

Para entender el funcionamiento del Gobierno cubano hay que realizar
malabares interpretativos para acercarse a una explicación medianamente
coherente. En otras ocasiones, sin embargo, basta leer el periódico
Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, sin emborracharse
con la apología y los eufemismos, para entender muchas cosas.

Acaba de suceder la semana anterior, con la información sobre las
reuniones ampliadas del Consejo Nacional de Defensa y del Consejo de
Ministros del sábado 12 de mayo, publicadas en Granma el viernes 18,
siguiendo la reciente costumbre de publicar esas informaciones seis días
después, aparentemente para tener tiempo de revisar en detalle,
"filtrar" convenientemente y aprobar lo que se va a comunicar públicamente.

Aunque esa información es confusa y turbia en muchos aspectos, hay algo
que puede apreciarse claramente en lo publicado en Granma, y es el por
qué no funciona ni puede funcionar adecuadamente el Gobierno en Cuba. Y
lo más interesante es que no se mencionan ni el "bloqueo", ni "la
sequía", ni "los huracanes" ni la "crisis internacional" como causas de
las deficiencias.

Si esa explicación partiera de una fuente disidente o del exterior
habría espacio para suspicacias y sospechas de quienes se aferran con
uñas y dientes a la apología del régimen en todas y cada una de las
circunstancias, pero viniendo de donde viene, y publicado en Granma,
esas sospechas no tienen cabida: las deficiencias, según diagnóstico
realizado al sistema de control y fiscalización del Gobierno, las
presentó Leonardo Andollo Valdés como "segundo jefe de la Comisión
Permanente de Implementación y Desarrollo", aunque Granma no especifica
si lleva esa tarea simultáneamente con su condición de General de
División y Segundo Jefe del Estado Mayor General, o si ha pasado a la
"vida civil".

Andollo señaló cuatro cuestiones específicas: 1) "excesiva cantidad de
acciones de control, en muchos casos carentes de integralidad y
profundidad en el análisis de las causas de los problemas detectados";
2) "planes de medidas formales que generalmente no tienen un adecuado
seguimiento"; 3) "insuficiente e inestable continuidad de las soluciones
a las deficiencias detectadas por los órganos de dirección del nivel
superior"; y 4) "existencia de un elevado número de disposiciones y
normas jurídicas, elaboradas y puestas en vigor sin integralidad".

Intentando traducir ese galimatías, puede señalarse sobre el primer
aspecto que hay excesiva cantidad de "acciones de control" (tales como
inspecciones, visitas, "control y ayuda", directivas, órdenes,
"orientaciones", solicitud de informes, "recorridos", estadísticas,
reuniones), que en "muchos casos" resultan "carentes de integralidad y
profundidad en el análisis de los problemas detectados", es decir, algo
así como cantar por cantar o el arte por el arte, típico comportamiento
burocrático para que parezca que se trabaja duro y se exige mucho, pero
sin resultados concretos. Y habría que preguntarse de qué sirve la
"exigencia" que reclama hasta el absurdo José Ramón Machado Ventura, si
"en muchos casos" esa supuesta exigencia "carece de integralidad y
profundidad en el análisis".

El segundo punto señalado se refiere a "planes de medidas formales que
generalmente no tienen un adecuado seguimiento", es decir, planear
acciones de manera formal sabiendo que no serán convenientemente
controladas: o sea, seguir en el jueguito de que parezca que se hace y
se controla, pero solo para la galería y para júbilo de la prensa
oficial triunfalista.

El tercer punto menciona "insuficiente e inestable continuidad de las
soluciones a las deficiencias detectadas por los órganos de dirección
del nivel superior". Traducción: los órganos de dirección de niveles
superiores detectan problemas, pero las soluciones que se pretenden no
son estables ni continuas. Una vez más, improvisación y superficialidad,
que parezca que se trabaja, pero nada más.

El cuarto punto es más de lo mismo: "existencia de un elevado número de
disposiciones y normas jurídicas, elaboradas y puestas en vigor sin
integralidad". De nuevo, eslabones superiores generando órdenes y
disposiciones indiscriminadamente, sin integralidad, coordinación, ni un
verdadero objetivo de efectividad. Nada más allá de formalidades y
apariencias que no resuelven ningún problema concreto.

A fin de cuentas, los órganos superiores no dejan trabajar a sus
subordinados con tantas exigencias inútiles; pero a partir de ese
diagnóstico, se aprobó "un conjunto de principios básicos que serán
aplicados de manera experimental en las provincias Artemisa y Mayabeque
y en los Organismos de la Administración Central del Estado (OACE)". Lo
cual sería efectivo o no en dependencia de lo que se intente: o una
solución real a los problemas, o más "disposiciones y normas" elaboradas
sin integralidad ni profundidad.

No puede saberse en este momento, al no conocerse los "principios
básicos" a aplicar experimentalmente. Pero hay realidades concretas que
no pueden desconocerse: existen serios problemas que necesitan
soluciones, y muchos intentos de solución no sobrepasan el formalismo,
el parecer que se trabaja y se exige, sabiendo que no funcionan y no han
resuelto mucho.

Es positivo intentar determinar correctamente el problema, lo que muchas
veces se escamoteaba en el discurso oficial hablando del "bloqueo", la
"sequía", los "huracanes" y la "crisis internacional". Pero eso no
garantiza soluciones adecuadas: es posible que se busquen respuestas
equivocadas al problema correctamente identificado, si de nuevo se
pretende más de lo mismo.

Podrá verse relativamente pronto si esas propuestas funcionan o no.
Porque con el grado de deterioro de la situación actual, la
incertidumbre con la salud de Hugo Chávez, y el petróleo que no apareció
en el primer pozo submarino perforado por Repsol en aguas cubanas del
Golfo de México, no queda demasiado tiempo para experimentos ni para
"actualizar" el modelo, y menos aún para demagogia, campañas de
agitación, promesas abstractas, y soluciones "carentes de integralidad".

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/por-que-no-funciona-el-gobierno-cubano-276991

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