viernes, 4 de mayo de 2012

Primero de Mayo: cabezas y aplausos

Primero de Mayo: cabezas y aplausos
Viernes, Mayo 4, 2012 | Por René Gómez Manzano

LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -Se ha celebrado un nuevo Primero
de Mayo. Apagado el eco de los comentarios con ribetes de arengas que
hicieron los locutores oficialistas, puede hacerse un balance de ese
día. Por la televisión han hablado de "más de dos mil invitados
extranjeros". Se trata de otros tantos especímenes de aquello que, en
los años sesenta del pasado siglo, la propaganda maoísta —por lo demás
tan sectaria y repulsiva— calificó con acierto como "burocracia viajera".

Esta capa del rojerío internacional, otrora tan nutrida, ha sufrido un
gran desmedro tras el "desmerengamiento" del campo socialista. Ahora
acuden a Cuba como a un reservorio en el que se siguen proclamando
—aunque ya no se apliquen tanto— las fórmulas desfasadas del
marxismo-leninismo.

A esos señores, la súbita reducción de sus perspectivas turísticas les
sirve de acicate adicional para entonar loas al país que financia su
periplo, en la esperanza de que haya nuevas invitaciones en años
subsiguientes. En 2012, un cálculo muy conservador permite afirmar que
el financiamiento de los viajes de esa cuadrilla de chupópteros le
cuesta al hambreado pueblo cubano la friolera de dos o tres milloncejos
de dólares.

Del desfile en sí no hay mucho que decir: es algo que nos sabemos de
memoria los que hemos sufrido decenios de "socialismo real". Si acaso
habría que aludir a las congas que en una animada crónica describió el
colega Aleaga Pesant. ¿Quién iba a decirles a los "fundadores de un
mundo mejor" que terminarían haciendo lo mismo que los politiqueros de
la era pre-revolucionaria!

Algo novedoso en el desfile fue la presencia de quienes laboran por
cuenta propia incorporados a la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
Un verdadero contrasentido, si se tiene en cuenta que esos centenares de
miles de hombres y mujeres son microempresarios, algunos de los cuales
contratan a otros empleados.

No obstante, esa decisión inesperada resulta coherente, porque un
aspecto esencial del régimen totalitario es incorporar a todos sus
súbditos a "organizaciones de masas" en las que estén regimentados y
controlados. ¿Iban a crear una asociación de cuentapropistas que tal vez
pretendería defender los intereses específicos de éstos? ¡Mejor confiar
en la siempre dócil CTC!

La propaganda castrista se ufana de lo que un gran titular del diario
Granma denomina "el desfile más organizado y más rápido de los
realizados en la Plaza de la Revolución". Ambos adjetivos son acertados,
pero en cuanto al segundo no hay que asombrarse de que se ajuste a la
verdad, si tenemos en cuenta que fue también —cosa que calla el órgano
comunista— el menos concurrido.

Poco más de una hora demoraron los caminantes en pasar frente a la
tribuna, pero pudieran haberlo hecho en muchísimo menos, si no hubieran
tenido que marchar a paso de quelonio, seguramente por la presencia de
algunas talanqueras ubicadas de manera discreta fuera de la vista de las
cámaras.

Algunas de las informaciones provenientes del interior del país dan
muestras de moderación: Las notas de prensa del periódico oficial sobre
Pinar del Río y Granma no ofrecen números; en Sancti Spíritus, Camagüey,
Las Tunas y la isla menor se habla de "miles"; en Artemisa se da la
cifra de "unos 3 mil jóvenes"; y en Ciego de Ávila, la de "30 mil"
trabajadores.

Pero en otros territorios la imaginación se desbordó, y los reporteros
orquestaron subastas para ver quién daba más: Guantánamo, "más de 110
mil"; Mayabeque, "alrededor de 138 mil"; Holguín, "más de 200 mil";
Santa Clara, "400 mil" (aunque se aclara que la cifra se refiere a las
"diferentes plazas del territorio").

En La Habana se habló de inicio de "cientos de miles de trabajadores",
lo cual no es falso, aunque hubiera podido precisarse que el número de
centenares no pasaba de dos; pero después los gacetilleros se enardecen,
y suben a "más de medio millón". Por último, Santiago de Cuba, con "430
mil trabajadores"… ¡pero, además, "con sus familiares"! … A esta puja
del descoco se sumaron también los corresponsales de televisión de
Artemisa ("340 mil") y Las Tunas (que fue más modesto, con "más de 100
mil").

Creo que la nota más colorida, en la cobertura del evento, la dio Yoani
Sánchez. En Generación Y, la joven bloguera, con la agudeza que la
caracteriza, recuerda que, durante la visita a Cuba de Benedicto XVI,
los locutores oficialistas insistían de manera machacona en que, en las
misas papales, había "creyentes y no creyentes".

La autora especula que, de manera similar, sobre los desfilantes del
Primero de Mayo también pudieron haber afirmado que había
"revolucionarios y no revolucionarios", empleados y desempleados, o
"simpatizantes y no simpatizantes" del gobierno raulista.

Pero no. Los escribidores del castrismo cuentan cada cabecita como un
aplauso.

http://www.cubanet.org/articulos/primero-de-mayo-cabezas-y-aplausos/

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