lunes, 4 de junio de 2012

La cautela en las reformas de Raúl Castro

Cambios

La cautela en las reformas de Raúl Castro

Hay dos temas en los que el Gobierno cubano debe tener mucho cuidado,
pues reformarlos puede hacer peligrar la vida de la dictadura. Uno es
inmigración y el otro Internet

Andy P. Villa, Guadalajara | 04/06/2012 9:49 am

A los hermanos Castro nunca les ha importado el bienestar del pueblo de
Cuba. Su forma de gobernar está enfocada en preservar a toda costa el
poder y los privilegios que trae consigo y, de paso, creo que han
sentido una gran satisfacción en quitarles a sus compatriotas todos sus
derechos y hacerles la vida lo más dura posible, algo así como una
especie de venganza.

Sin embargo, la situación económica, política y social se ha vuelto en
extremo preocupante y ellos saben que si ocurre un estallido social
pueden perderlo todo. De tanto apretar la soga se puede terminar rompiendo.

Hay muchas personas que, con buena voluntad, han pensado que ahora con
Raúl todo puede cambiar, que "no es tan malvado como su hermano", que
"es un hombre pragmático", "un buen administrador". Estas personas
lamentablemente han olvidado que en los primeros 50 años de la
"Revolución", todo el tiempo estuvo Raúl al lado de Fidel como su mano
derecha, como su hombre de confianza, aprobando o tolerando todas las
locuras y maldades de su hermano mayor. Es tan culpable el uno como el
otro, como todos los que han estado a su lado o a su alrededor,
prefiriendo migajas de poder en vez de asumir una actitud decorosa.

Ahora, cuando Raúl se ve con la soga al cuello, ha tenido que empezar a
aplicar una serie de reformas que, la mayoría, no ponen en peligro su
permanencia en el poder, sino todo lo contrario, dan lugar a que muchas
personas se mantengan ocupadas y piensen que son un poquito más libres,
o un poquito menos esclavos, cuando pueden:

- Hospedarse en un hotel, aunque una noche les cueste más de lo que
ganan en un mes con su trabajo
- Comprar o vender una casa, aunque solo se pueda tener una
- Comprar o vender un auto, aunque solo sean cacharros y esté prohibido
adquirir un auto nuevo

Pero, hubo una medida que Raúl Castro se apresuró a implementar y le ha
costado bastante caro, es la liberación de la tenencia de teléfonos
celulares por parte de la población. Esto ha traído consecuencias
funestas para la dictadura, ya que a diario la oposición emite noticias
hacia el extranjero, denuncia los desmanes de las fuerzas represivas,
graban con sus celulares vídeos que evidencian la represión o envían sus
mensajes a Twitter.

Es cierto que también han ganado muchísimo dinero con las tarifas
abusivas y desproporcionadas que han impuesto a la telefonía celular,
pero Fidel Castro siempre tuvo muy claro que no valía la pena arriesgar
el poder por obtener más dinero. La economía siempre fue para él un tema
secundario ante lo político.

Me imagino que, al evidenciarse el error cometido, Raúl Castro haya
tenido que soportar las críticas de su hermano, su mentor y guía, el
maestro en el arte de las decisiones certeras y de ver más allá cuatro o
cinco jugadas en el tablero de ajedrez que representa su guerra eterna
contra el "Imperialismo" y contra las fuerzas progresistas del pueblo
cubano. Fidel debe haber puesto a Raúl como un zapato y debe haberle
hecho entender que hay que tener mucha cautela con las siguientes
reformas que ha anunciado.

Hay especialmente dos temas en los que el Gobierno debe tener mucho
cuidado, pues reformarlos puede hacer peligrar la vida de la dictadura.
Uno de ellos es la anunciada: "Reforma Migratoria", que recientemente
acaban de decir que "demora" y "está en estudio". Aunque echen mano del
tonto de Ricardo Alarcón de Quesada, siempre listo a decir cualquier
cosa que le manden con tal de demostrar su fidelidad y mantenerse en la
nomenclatura, como pieza anacrónica y remanente de los predilectos de
Fidel. Si Raúl lo llamara y le dijera que anunciara que mañana van a
llover dólares o euros, en vez de agua; o que mañana no va a salir el
Sol, no dudaría en pararse ante las cámaras y micrófonos y decirlo,
aquel que fue puesto en ridículo por un estudiante universitario.

El otro tema es Internet. Si con la liberación de los celulares ha
ocurrido una avalancha de información, algo peor para el régimen y de
previsibles consecuencias ocurrirá el día que se libere el uso de
Internet. Ya en la actualidad con todas las restricciones que hay, tanto
tecnológicas como legales, la disidencia se las arregla para encontrarle
rendijas al sistema y mantener páginas de denuncia en la red, blogs que
se actualizan varias veces por semana, o noticias en varios portales
sobre el tema cubano.

A partir de ahora, Raúl Castro deberá ser cauteloso y pensar bien qué
medidas toma, no sea que queriendo bajar el nivel de la presión social
interna, cometa un error que pueda costarle el poder. Si es inteligente,
y sigue los consejos de su hermano, se la pensará bien antes de cometer
un error irreversible.

Un paso en falso puede trasladarlo, de la noche a la mañana, de tener
todas las comodidades y ser dueño de todo un país, a una celda de por
vida o a una ejecución dictada por un tribunal democrático.

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/la-cautela-en-las-reformas-de-raul-castro-277351

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